Con un objetivo de crecimiento del 7,5% en 2012, China se encamina por segundo año consecutivo hacia el descenso de su actividad económica.
En nuestra opinión, el descenso de PIB será más acusado pudiendo situarse en el rango del 6,5% al 7,0%, ya que no es descartable la eclosión de la burbuja inmobiliaria creada.
En contra de lo que pudiera parecer, la desaceleración de la economía China es una buena noticia para la economía mundial. La actual crisis económica sólo se superará deflactando la economía y ello precisa de la ralentización del crecimiento en Asia.
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